numeros rotos
1 Fallo anticipado Como cada noche el señor del portal número 4 de la quinta avenida sacaba a pasear a su perro, que era un cruce de braco y pastor alemán, por un normalmente silencioso barrio de Madrid, y digo normalmente porque esa noche en cuestión se oía un gran ruido de fondo proveniente del instituto más cercano, eran las diez de la noche y la fiesta de fin de curso seguía en pleno auge, parecía que aquel señor iba a volver a su casa con un poco de dolor de cabeza. Menos mal que hizo corto el paseo, pero no por eso menos efectivo, para tener que aguantar cuanto menos posible la música de la celebración. Mientras, Alison se lo estaba pasando muy bien con su nuevo novio, Omar, que tenía el largo flequillo apartado hacia un lado, tapándole un ojo, el cual, según decía el médico, se había vuelto un poco vago; estaban disfrutando de la música y el ambiente que producía Daniel con los focos, el ordenador y los amplificadores. Nadie sospechaba el extraño suceso que iba a ocurrir a...